Los piercings en el lóbulo de la oreja se encuentran en la parte blanda de la oreja, también conocida como lóbulo de la oreja. Son una de las formas más antiguas de modificación corporal y son populares entre ambos sexos. Para muchas personas, hacerse perforaciones en el lóbulo de la oreja es un rito de iniciación. Para algunos es una tradición, mientras que otros los utilizan como forma de autoexpresión.

Existen aproximadamente 17 tipos diferentes de perforaciones en las orejas. Entre ellas se incluyen las perforaciones en el cartílago (como las perforaciones en el hélix, el trago y la caracola) y las perforaciones en el lóbulo de la oreja. Las diferentes perforaciones en las orejas ofrecen diferentes ubicaciones y atractivos estéticos.

Una perforación del tragus es una opción de perforación popular que atraviesa el pequeño trozo de cartílago ubicado frente al canal auditivo. Es una forma moderna y elegante de mostrar su personalidad única.

El piercing antitragus atraviesa el colgajo de piel que se encuentra sobre el lóbulo de la oreja y junto al trago. Este piercing requiere un período de curación más largo que el piercing típico en el lóbulo de la oreja.

La perforación superficial del trago solo atraviesa la "superficie" de la piel que se encuentra sobre o delante del trago, y deja dos orificios de perforación adyacentes y visibles. Incluso si una perforación superficial del trago está completamente curada, es raro mantener este tipo de perforación durante toda la vida.

A la hora de elegir los mejores pendientes para orejas recién perforadas, los piercings de titanio para labio (con parte trasera plana) son generalmente el mejor tipo de joya. Son menos molestos durante la cicatrización. Añade espacio para compensar la hinchazón y utiliza cierres que permanezcan ajustados y seguros.